La pasión, aquel sentimiento o emoción intensa que una persona puede profesar por otra, nos lleva a que el apasionamiento guíe nuestras acciones y dejemos a un lado, por un rato, la racionalidad.Cuando se vive un amor apasionado, actuamos como si no pensáramos en más nada, dejamos que nuestras acciones se desarrollen por nuestros impulsos y no queremos saber nada del mundo: sólo queremos vivir a plenitud esa inmensa pasión, aunque luego nos arroje al sufrimiento y hasta la tragedia misma.
Claro, las pasiones no se limitan únicamente a sentimientos hacia los seres humanos, sino también a determinadas cosas tangibles. Podemos ser apasionados por las cosas que hacemos, ser apasionados en nuestras aficiones, sentir pasión ante una obra musical, un libro, una obra plástica, una película, determinado director…o sencillamente ser apasionados del fútbol, como gran parte de los habitantes de este planeta.
Muchas de las obras plásticas y musicales de diversos artistas de nuestro país están cargadas de pasión, porque fueron realizadas por hombres o mujeres apasionadas que vivieron en carne viva el desamor, el sufrimiento, la traición o simplemente la arrolladora pasión por vivir.
En fin, ¿qué personaje de las diversas manifestaciones culturales de nuestro país representa la pasión de vivir de los venezolanos?
¿Somos o no somos apasionados?
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